PROGRESO DE LA ENFERMEDAD

El germen de la sífilis, que tiene el aspecto de una diminuta espiral, se llama Treponema pallidum o espiroqueta. Durante las relaciones sexuales con una persona infectada pueden adquirirse alrededor de 1.000 de éstos gérmenes. Cada 30 horas aproximadamente los gérmenes crecen y se dividen en dos, después en 4, después en 8, etc. Cuando aparecen los primeros signos de la enfermedad ya existen muchos millones de gérmenes en el cuerpo de la nueva víctima.

Fase primaria:

Durante el estadio primario la enfermedad suele manifestarse por la aparición de una úlcera en los órganos sexuales. La lesión es por completo indolora y muchas veces se pasa por alto debido a esa razón. En ocasiones, la úlcera primaria se puede aparecer en otros lugares del cuerpo, por ejemplo en la boca o en su alrededor, o en los dedos. En los varones homosexuales, la úlcera puede localizarse en el ano o cerca de él. Las úlceras primarias (pueden existir más de una) suelen desarrollarse unos 21 días después del contagio, pero el período e incubación puede ser tan corto como 9 días o, en raras ocasiones, tan largo como 90 días. En algunos pacientes no se forma ninguna úlcera y en otros puede ser tan pequeña que se confunda con una fisura en la piel.

 Una o dos semanas después de formarse la úlcera, pueden encontrarse adenopatías (ganglios agrandados) en la ingle. Estas tumefacciones demuestran que las defensas del cuerpo están intentando matas a los gérmenes invasores. En algunas mujeres con sífilis, la úlcera primaria está localizada dentro de los genitales y por tanto pueden pasar desapercibida. Al cabo de días o semanas, incluso en ausencia de tratamiento, la úlcera cicatriza. Esto hace pensar a la víctima que se ha curado, pero por desgracia no es cierto. Si la enfermedad no se trata, los gérmenes pueden invadir casi cualquier órgano del cuerpo, lo que ocurre en aproximadamente en el 90% de los pacientes.

Fase secundaria:

Este estadio se caracteriza por un axantema generalizado. No produce proritu y puede aparecer en cualquier lugar del cuerpo. Quizá sea tan ligero y débil que pasa desapercibido. También puede existir úlceras en la boca, en la faringe o alrededor de los órganos sexuales. Son posibles las cefaleas, la fiebre y los dolores en los huesos, y muchas veces se observa agrandamiento de los ganglios en el cuello y en otras regiones. Estos síntomas de sífilis secundaria tienen carácter ondulante si la enfermedad no se trata.

Fase latente:  Si la infección no es diagnosticada o no se trata correctamente, el exantema y otros síntomas mejoran y acaban por desaparecer. La enfermedad entra después en fase latente que puede durar entre 5 y 15 años y en la que no existe síntoma alguno. La enfermedad ya no es contagiosa y no será transmitida a sus descendientes si se quedan embarazadas, aunque sea varios años después. Esto puede conducir al nacimiento de niños muertos, deformados o enfermos.

Fase terciaria:

Alrededor de la tercera parte de los pacientes con sífilis no detectada presentan antes o después úlceras cutáneas, cardiopatía sifilítica, parálisis sifilítica, deterioro mental, ceguera o sordera. Durante este estadio, los gérmenes han causado tanto daño a lo largo de tantos años, que el tratamiento sólo puede detener el progreso de la enfermedad; en algunos pacientes el deño mecánico progresa aunque la infección haya cedido. Durante los primeros estadios, la sífilis puede curarse en forma completa y permanente.